Salpicado de hoteles y villas para todos los presupuestos, es uno de esos sitios que siempre van a estar entre los finalistas de la lista de destinos a considerar para nuestros días de vacaciones. No olvides disfrutar de la cocina de Menorca.
En este precioso paraje balear hay más que hacer que tumbarse en la playa. La isla tiene una cultura y un carácter que dista mucho del ocio desenfrenado que muchos buscan en las islas de Ibiza y Mallorca. La cocina, en particular, es probablemente la parte de la cultura mejor apreciada y más consumida por los turistas que acuden cada año a la isla.
La cocina de Menorca
Su cocina contemporánea es una mezcla entre platos tradicionales hechos con productos de la isla y elementos importados desde la península principalmente por la élite militar que una vez estuvo estacionada en el lugar.
Bebidas locales como aperitivo
Los menorquines disfrutan de la elaboración y consumo de una amplia gama de vinos, aguardientes y licores que representan el carácter diverso del patrimonio cultural balear.
La pasión por la ginebra y sus derivados es un vestigio de la época de la dominación británica en el siglo XVIII. Cuando se agotaban las reservas de ginebra, y los marineros británicos no aceptaban un “no” por respuesta, los menorquines tenían que ingeniárselas para poder satisfacer la demanda y mantener el negocio a flote. Para ello, los hábiles pobladores locales desarrollaron una ingeniosa combinación de vinos autóctonos con bayas de enebro para crear una bebida exclusiva y distintiva. De este modo nació el “Gin de Menorca”, el cual cuenta con su propia indicación geográfica reconocida.
Platos fuertes y elaborados de talla de autor
Como bien corresponde a una isla del mediterráneo, los productos del mar juegan un papel crucial en la creatividad culinaria, hasta el punto de llegar a ser el alimento principal de Menorca. Lenguados, lubinas, mejillones y gambas son los elementos comunes de los platos principales de la isla, pero el plato verdaderamente clásico que determina el carácter del lugar es sin duda la caldereta de langosta.
Otras especialidades menorquinas son las berenjenas rellenas al horno. El modo mas popular de servir las berenjenas es removiendo su pulpa y rellenarla de carne de res, arroz, tomate y especias. Otro plato de berenjenas de origen árabe es el bayildi Imam, que se hace rellenando la berenjena con cebolla, ajo, tomate y perejil.
Otra forma de cocinar esta hortaliza es tostándola para que se selle y poder colocarle una variedad de quesos con salsa de tomate sin que se rompa durante su cocción al horno.
Menorca también tiene una gran variedad de embutidos que incluyen la sobrasada (hecha con carne de cerdo, tocino y pimentón), y el Carnot o Cuixà (salchichas negras con sabor a hinojo).
Postres menorquines
En esta isla existe una muy interesante variedad de bollería y pasteles dulces. Un ejemplo específico es la deliciosa ensaimada, la cual normalmente se presenta en una caja preciosamente decorada. El desayuno tradicional (especialmente entre otoño y primavera) menorquín incluye una taza de chocolate caliente y una ensaimada.
Los lugareños también sienten especial predilección por los carquiñoles (macarrones de almendras) y, como no, se jactan de tener su propia variedad de helado conocido en toda España por su sabor suave y cremoso. Ahora solo queda disfrutar de la cocina de Menorca.
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